Junto con otros ensayistas, me correspondió participar en el fascículo “Esbozos de un nuevo estado socialdemócrata en Costa Rica”, publicado hace varios años por la Editorial Juricentro, el cual reunía breves escritos sobre temas de Estado desde esa perspectiva ideológica.
En el ensayo relativo a un programa mínimo de la socialdemocracia en Costa Rica afirmé entonces que había cuatro proyectos urgentes que nuestro partido debía implementar como gobierno para garantizar el desarrollo nacional. Hoy insisto en estas ideas, pues siguen vigentes.
Energía. Continuar posponiendo la ejecución del gran proyecto hidroeléctrico Boruca es el mayor robo de bienestar y calidad de vida que se le está haciendo a las futuras generaciones. La consecución de este proyecto convertiría a Costa Rica en una potencia exportadora del área mesoamericana en materia de energía limpia. Seguir posponiendo su ejecución condena al país a una dependencia esclava del chantaje petrolero.
Infraestructura. Hay dos proyectos urgentes que finalmente empiezan a caminar gracias a los esfuerzos de nuestro Gobierno. El primero, la finalización de la arteria vial que unirá el Valle Central desde Ciudad Colón hasta Orotina, de ahí a la zona sur, vía costanera, y la norte, vía Puntarenas. Esto aliviará el hacinamiento urbano del Valle Central, trasladando desarrollo al Pacífico Central a manera de una nueva capital de servicios y turismo, y permaneciendo la meseta central como polo de desarrollo industrial. El otro proyecto es la modernización de los puertos marítimos, indispensable para promover nuestras exportaciones y las inversiones en el país.
Educación. Lo más urgente es recuperar la brecha cualitativa entre la educación general básica pública y la privada. Para que esto sea posible, se necesita concebir de forma distinta al Ministerio de Educación. Este debe descentralizar todas sus funciones administrativas en favor de los centros educativos y enfocarse exclusivamente en la inversión y mejoramiento constante de la calidad de la enseñanza. En aspectos como la inversión educativa, deberá aplicar una estrategia similar a la utilizada con los colegios científicos y crear en las distintas regiones del país polos de alta calidad educativa pública en los centros de desarrollo geográfico, de forma que la enseñanza de alta calidad esté al alcance de más población de menos recursos.
Materia hacendaria. Reiteradamente se ha afirmado la verdad evidente de que, más que nuevos impuestos, urge cobrar debidamente los ya existentes. En sus orígenes como nación, nuestro país conoció la institución de la mayordomía hacendaria, que consistía en permitir la participación de entidades privadas debidamente acreditadas en el control de la evasión tributaria, recibiendo, en pago de sus servicios, un porcentaje predeterminado de lo recaudado en multas. Este mecanismo existiría exclusivamente como un complemento de los procesos ordinarios de control y fiscalización ya existentes que hace el Estado por sí mismo, y sin que la recaudación escape de ninguna forma de sus manos.
Soy un convencido de que lo expuesto aquí, muy brevemente, representa un programa mínimo e impostergable de desarrollo que puede incentivar el mejoramiento de la calidad de vida de las futuras generaciones de costarricenses.
Dr. Fernando Zamora.
Abogado constitucionalista.
Publicado: La Nación, 17 de abril 2008.
http://www.nacion.com/ln_ee/2008/abril/17/opinion1501216.html
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