Dr. Fernando Zamora Castellanos.
Abogado Constitucionalista
Publicado en el Periódico La Nación:
http://www.nacion.com/opinion/foros/vision-municipal-correcta_0_1478852104.html
En su obra “La estructura de las revoluciones
científicas”, Thomas Kuhn desarrollaba la tesis de los paradigmas, que era un
concepto que aludía a la existencia de etapas determinadas por parámetros en los que coincidía la comunidad científica en
cada tiempo histórico. Desde otra perspectiva, -la estrictamente sociopolítica-,
Víctor Raúl Haya de la Torre promocionó la idea del espacio tiempo
histórico. Pues bien, a raíz del cúmulo
de fenómenos que hoy atestiguamos, diversos pensadores han dado en llamar a la
presente, como la era del conocimiento, o era digital. La era digital del
conocimiento, sustituyó el paradigma de la era industrial que había surgido a
partir del invento de la máquina de vapor de James Watt, a finales del Siglo
XVIII.
En términos generales, la era
industrial revolucionó el concepto de la organización humana. El ideal de la
organización humana en la era industrial estuvo signado por la idea de que el
poder primero debe concentrarse, para después redistribuirse. Tal fue la concepción
que marcó el diseño del poder estatal durante toda la era industrial. Por ello,
nunca fue tan fácil la entronización de los totalitarismos, como lo fue en esa
era. Por el contrario, así como la irrupción de la era digital del conocimiento
varió la estructura de la organización productiva, igualmente lo está haciendo con
la organización política. A diferencia de la era industrial, en donde la
organización humana se caracterizó por la concentración piramidal y vertical
del poder, en la era digital del conocimiento la organización humana se está
caracterizando por la concepción horizontal y descentralizada de éste. Ya no se
concibe la idea de que el poder debe concentrarse para posteriormente
redistribuirse sino, en un sentido inverso, de carácter reticular desde su
origen y en donde el empoderamiento centralizado es mucho menor.
Si el Estado moderno con el que
deberíamos soñar debe tener estas características, entonces es indispensable
una mejor descentralización del poder, de tal forma que exista un mayor
protagonismo de las formas de organización política que son más cercanas a la
comunidad nuclear. Las organizaciones que agrupan regiones de cantones cercanos, los gobiernos
municipales, las Asociaciones comunales y vecinales, -entre otras-, deben ser
las nuevas grandes protagonistas de la nueva polis. De ahí la importancia de
que, cada gobierno municipal, se caracterice por una visión coherente que
adapte las necesidades de su comunidad local con las necesidades generales del
país. Por tener claro este principio, es que me ha impresionado la visión que
está implementando el actual gobierno municipal de Orotina. Dicha corporación
municipal está dirigida por la Alcaldesa Margoth Montero Jiménez, una
profesional competente, que está implementado cuatro líneas de acción que
armonizan las necesidades locales de su cantón, con aquellas generales de
nuestro país. Veamos. La primer línea de acción fue en cooperación con la
Fundación Georgia Tech. Estudiaron la viabilidad del Cantón para albergar
grandes empresas de inversión extranjera. Además de la colaboración de la
Fundación Georgia Tech, en el diagnóstico intervinieron otras entidades como CINDE y las autoridades
regionales portuarias de Caldera. Como parte del esfuerzo se elaboró un documento
comparativo de diversos parques logísticos latinoamericanos como el de
Calamanda, el de Guadalajara y el Parque Caribe de Barranquilla. Están
convencidos de que la comunidad tiene condiciones geoestratégicas para instalar
un núcleo logístico que incentive la instalación de grandes empresas, y están
determinados a lograrlo.
La segunda línea de acción
municipal, consiste en el establecimiento en su jurisdicción, de una Zona
Económica Especial. Casualmente, en los últimos años he venido escribiendo
sobre la necesidad de establecer un nuevo marco jurídico que permita reimpulsar
lo que en el pasado se logró con los regímenes de zonas francas. El régimen de
zonas francas, -que fue impulsado vigorosamente durante la Administración de
Luis Alberto Monge-, facilitó el marco legal para la instalación de muchas
nuevas industrias en nuestro territorio, y en ese momento, impulsó
vigorosamente la política de promoción de exportaciones. Ello colaboró en sacarnos
de la grave crisis precedente. Hoy se necesita reimpulsar lo que en su día fue el
régimen de zonas francas con un nuevo marco legal más amplio, que no solo
garantice seguridad jurídica, sino mejores condiciones de operación, de tal
forma que el país sea mucho más atractivo para las empresas internacionales. En
especial, las empresas de alta tecnología.
Pese a los encomiables esfuerzos de entidades como CINDE o PROCOMER, en
el país no existe una política pública estable, y menos aún un marco legal consistente
que haga atractivo al país para un establecimiento sostenido de empresas
extranjeras. Pues bien, esa Municipalidad está haciendo un esfuerzo local
encomiable por establecer en su comunidad una Zona Económica Especial.
La tercera línea de acción municipal
en Orotina consiste en los esfuerzos por establecer allí el desarrollo de un
nuevo Aeropuerto Internacional metropolitano. Para ello han ubicado el megaproyecto
en un terreno de 600 hectáreas en el distrito La Ceiba. La idea es desarrollar
un complejo de dos pistas de aterrizaje, varios edificios terminales, de
control, zonas de seguridad y talleres. El sueño de la Alcaldesa y su equipo,
es que este Hub internacional de vuelos arranque operaciones en el año 2025.
Margot es una “quijotesa”
moderna. Está convencida de que de lograrse todo esto, su cantón se convertirá
en un gran centro de actividad industrial, comercial y de servicios. Su sueño
es hacer de ese cantón alajuelense, el nuevo centro neurálgico de la Costa Rica
del siglo XXI. Como sabe que es imposible lograr todo esto sin una excelente
vía de acceso a la región, ha tocado insistentemente la puerta del gobierno
nacional para que se inicie lo antes posible la ampliación de la ruta 27 a
cuatro y más carriles mínimos. Esa, por cierto, es su cuarta línea de acción que,
-como ella misma dice-, en realidad es la más urgente.
El gobierno local de Orotina es
ejemplo consistente de lo que es una visión municipal correcta. Es el ideal del
gobierno descentralizado del nuevo siglo. Un esfuerzo local pero con una visión
nacional. La dificultad es encontrar tantas ilusiones municipales chocando con la
realidad de un gobierno nacional que debe aún establecer una agenda nacional u
alguna hoja de ruta. fzamora@abogados.or.cr
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