viernes, 17 de diciembre de 2021

LA INFLUENCIA DE LOS SISTEMAS CULTURALES EN EL DESARROLLO

 Dr. FERNANDO ZAMORA

ABOGADO CONSTITUCIONALISTA

Max Weber fue el primer sociólogo de la historia que investigó a profundidad la influencia de los sistemas culturales en el desarrollo. Por ejemplo, en una de sus obras más reconocidas, describe a profundidad la influencia ejercida por la ética cristiana en la prosperidad general y el desarrollo económico de los países del norte de Europa, y atribuye dicho logro a aquel código de valores. El análisis de Weber resulta muy interesante, pues reafirma la generalizada convicción acerca de la influencia que tienen en la evolución material de éstas, los sistemas culturales y los códigos de espiritualidad que practican las sociedades. De acuerdo al índice de bienestar y desarrollo de las naciones, podríamos hablar, -según los códigos culturales-, de tres niveles de resultados. En la cúspide encontramos el primer nivel ya referido, que, en términos generales, además, es el de los países del norte de Europa, donde precisamente hoy se encuentran las primeras quince sociedades con mayor índice de bienestar y desarrollo humano de acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). En el otro extremo, el del fondo del espectro, correspondiente a los países con peor nivel de desarrollo y bienestar, los últimos veinte de la escala más baja, se encuentran, -salvo las excepciones que se indicarán-, las culturas animistas o politeístas del África subsahariana, que corresponden a las prácticas espirituales de países ubicados en el sótano de dicho índice de desarrollo humano, como por ejemplo lo son Benín, Sudán del Sur, Burkina Faso, y en América, Haití. Aquí también se incluye a la politeísta India que, si bien es cierto no está dentro de las últimas veinte posiciones, sí posee altísimos niveles de miseria de acuerdo al PNUD, pues tiene aproximadamente el 90% de su población, -cuyo total es de más de mil millones de personas-, viviendo con un ingreso diario de menos de dos dólares por día.

 

Finalmente está el nivel medio de desarrollo material y esa es la escala con mayor cantidad de países. Dicha categoría incluye países que, según el índice de bienestar y desarrollo del PNUD, se encuentran por debajo de las quince primeras posiciones pero que, a la vez, están por encima de la escala “baja” del desarrollo. Las posiciones medias del escalafón de desarrollo mundial en realidad corresponden a países como Costa Rica, con niveles de desarrollo calificados como altos pero que, en un ranking global práctico, su posición es intermedia. Ahora bien, en esa numerosa categoría media, se da la particularidad de que todas esas sociedades abrazan culturas fundadas sobre algún sistema de legalidad moral o a algún modelo de espiritualidad con compromiso moral, donde podemos encontrar aquí tres grandes vertientes: en primer término, las sociedades fundadas sobre la base de religiones de compromiso moral, como son las religiones islámicas, judía, y las distintas denominaciones del cristianismo. La segunda gran vertiente, son las sociedades cuyos fundamentos existenciales han sido culturas filosóficas, como lo son el budismo, el taoísmo y el confucionismo, todas ellas posicionadas en las naciones del extremo oriente. La tercera vertiente corresponde a las sociedades influidas por los modernos sistemas culturales ateístas, como es la actual sociedad China. Estas tres vertientes de sistemas culturales, son las que han influido en las naciones con un índice de desarrollo material medio.

 

Valga advertir que hay algunos matices. Por ejemplo, dentro de los últimos países en la tabla del desarrollo, existen dos naciones, -Yemen y Afganistán-, que no poseen poblaciones animistas; sin embargo, ambas tienen una característica en común desde el punto de vista de su sistema cultural, y es el hecho de que allí se practica una versión del islam extremadamente dura. Esto significa que los últimos lugares del índice de bienestar y desarrollo humano, lo conforman naciones cuyas sociedades básicamente ejercitan los animismos politeístas, pero a ellas deben sumarse dos excepciones, que son los ya mencionados pueblos practicantes de la versión dura del islam.

 

Otra excepción interesante, se encuentra en el extremo superior del índice de bienestar, y corresponde a Hong Kong y Singapur. Estos son los únicos dos países que están entre las primeras quince naciones de mayor índice de desarrollo mundial, pero que, sin embargo, no poseen, -como sistema fundador de su sociedad-, un código cultural cristiano. Fuera de dicha excepción, los restantes quince países que se encuentran en la cima del desarrollo humano, -o sea los cinco países nórdicos, más Irlanda, Alemania, Suiza, Australia, los Países Bajos, Reino Unido, Bélgica y Nueva Zelanda-, todos ellos fueron sociedades fundadas sobre el fundamento del código cultural de alguna denominación cristiana, ya sea católica como la sociedad irlandesa, o de otras denominaciones cristianas, como las luteranas y calvinistas. Lo que viene a confirmar, -en el siglo XXI-, buena parte de la hipótesis desarrollada ciento veinte años atrás por el sociólogo Max Weber.

 

Una última observación: había afirmado que, en el gran tablero de países de desarrollo medio, se encuentran allí sociedades que están fundadas sobre la base de sistemas culturales de legalidad moral o con modelos espirituales de compromiso moral; pues bien, aquí no se encuentra ninguna excepción que incluya sociedades de animismo politeísta como parte de las naciones con desarrollo alto o medio.  En este punto amerita aclarar que gran parte de la totalidad de las sociedades del África subsahariana o Haití, que practican el animismo politeísta, incorporan también versiones sincréticas del cristianismo, o sea, prácticas en las que se introducen ciertos elementos derivados del cristianismo dentro de un ejercicio espiritual que es realmente animista, lo que provoca que muchos analistas erróneamente califiquen a dichas sociedades como nominalmente cristianas, sin serlo en su esencia práctica.                     

fzamora@abogados.or.cr

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