viernes, 22 de noviembre de 2024

DECRETO CONTRA LOS PRODUCTORES PECUARIOS

 Dr. Fernando Zamora Castellanos.  Abogado constitucionalista

El señor ministro de ganadería debería valorar la derogatoria del nuevo decreto 4436 que ha firmado, publicado en La Gaceta del día 12 de enero de este 2024. Aunque aún no entra plenamente en ejecución, este es un reglamento que pone en inminente riesgo la supervivencia de los pequeños y medianos campesinos que viven de sus animales, y sin duda encarecerá aún más la carne, un producto que, de por sí, se aleja cada día más de la mesa de nuestro pueblo. Esta norma impone múltiples y engorrosas regulaciones al transporte de todo animal. En un breve recuento, cuando ésta entre en función, el traslado de todo, absolutamente todo semoviente de ganadería mayor de 6 meses, obligará a sus pequeños y medianos campesinos, a tramitar lo siguiente: una serie numérica generada por un sistema informático que debe ser registrado para cada animal que va a ser trasladado, además deberá obtener un código de identificación individual según normas ISO 11784, debe tramitar una guía oficial de movilización y adquirir para transportar sus animales un dispositivo de identificación individual oficial para cada uno de ellos. Así mismo, este dispositivo deberá tener dos componentes, uno visual y otro electrónico según especificaciones que ordenará el gobierno. Aretes electrónicos con un alto costo de implementación, pues los obliga a tener certificados de operación y un software digital para transporte.

Quienes conocen la realidad económica de nuestros ciudadanos, saben que para los campesinos que son pequeños ganaderos de zonas alejadas, será materialmente imposible cumplir e implementar esta nueva reglamentación, la cual ha sido implementada de acuerdo a recomendaciones de organismos internacionales, diseñadas para una realidad ajena a la de nuestros pequeños campesinos y medianos ganaderos, pues la ganadería de nuestro país tiene una realidad absolutamente diferente a la de los europeos, o suramericanos. Allí la ganadería está en manos de grandes empresas que son dueñas de enormes latifundios, que promedian un porcentaje de cientos de hectáreas, con capacidad de organización, y de enfrentar ese tipo de requisitos legales para el manejo de ganado. En esencia, regulaciones ajustadas para otras realidades. Ilustro con un ejemplo para que el lector se dé una idea: para implementar dichas regulaciones es indispensable que cada productor pecuario tenga un óptimo acceso cibernético, y a diferencia de lo que sucede en esas grandes planicies suramericanas o europeas, la gran mayoría de los predios de nuestros campesinos están en zonas montañosas donde no es posible el acceso a internet, ni estamos cerca de tener la infraestructura para que la haya, por lo que no se puede pretender que tengan toda esa logística engorrosa que he explicado, y así poder cumplir con esta draconiana reglamentación. El problema es que, en el caso de nuestros pequeños y medianos campesinos pecuarios, sin esta logística administrativa y tecnológica, que es muy cara, no tendrán derecho a movilizar sus pocos animales. O sea, en el momento en que los transporten sin todos estos certificados, estarán criminalizados pues se tendrán por sujetos que incumplen la ley. Al fin y al cabo, tal y como sucedió con la actividad de granos básicos, acabará no solo la actividad de estos productores, sino también la de los transportistas de animales de ganadería, y toda la cadena productiva. Ello encarecerá la carne, y dejará sin empleo a miles de pequeños productores pecuarios, abriendo aún más la brecha de desigualdad y desempleo que azota a la Costa Rica rural profunda.

En este punto amerita reflexionar sobre lo peligroso de continuar generando inflación en el costo de nuestra legalidad. Dicho costo consiste en todo aquella “tramitología” que le es necesario al ciudadano hacer, para poder actuar bajo la sombrilla de la legalidad. El año pasado tuve la oportunidad de conocer a Enrique Ghersi, quien vino a nuestro país a disertar precisamente de este problema tan común en Latinoamérica. Ghersi señalaba que el peligro de aplicar este tipo de reglamentaciones inadecuadas, es que se quita vigencia social al derecho, pues una norma descontextualizada, provoca que la gente abandone la legalidad y caiga en la informalidad. Por ejemplo, para este autor, la existencia de una informalidad tan exagerada como la peruana, le permitió la posibilidad de estudiar la desobediencia civil como fenómeno masivo y espontáneo frente a leyes diseñadas de tal forma que resultan inviables, y concluye la realidad de que, al final del camino, la inflación normativa provoca la falta de vigencia del derecho. Para él esquemas normativos inadecuados, a través de una estructura institucional que no se adapta a la realidad de los ciudadanos, hace que sea muy difícil, o a veces imposible, cumplir con la ley. Desde una perspectiva estrictamente mercantil se comprende fácilmente que los productos del mercado tienen precio y que la actividad mercantil en sí misma es un mecanismo que tiende a encarecer el valor de los bienes. Sin embargo, parece que el confort, tanto de nuestra clase política como de su burocracia institucional, les coloca en sus ojos un velo mágico que impide a ambos comprender que una legalidad engorrosa y puntillista, es también un mecanismo costoso que expulsa al pequeño productor de su actividad, o en el mejor de los casos, lo criminaliza reduciéndolo a la clandestinidad por incumplir la ley.

En el caso concreto de este reglamento, podría decirse que aquí el derecho podría tener como propósito económico fundamental amparar, dar seguridad legal a las transacciones mercantiles de los habitantes, y definir derechos de propiedad, pero resulta obvio que, sin sumar las cargas impositivas, por sí solo el hecho de cumplir con la ley también tiene un costo que, si se abusa de su aplicación, la actividad económica se encarecerá a niveles insostenibles. En ese sentido, los excesos regulatorios no solo encarecerán el comercio, sino que es usualmente un obstáculo que torna inviable el cumplimiento de la ley. O en el mejor de los casos, sí se logra cumplir la legalidad, los bienes se encarecen desproporcionadamente en perjuicio de las poblaciones más vulnerables.   

fzamora@abogados.or.cr  

viernes, 8 de noviembre de 2024

UNA PENSIÓN FINANCIADA CON EL IVA

 Dr. Fernando Zamora Castellanos. Abogado constitucionalista

Hay dos formidables sistemas económicos de origen y sello estrictamente costarricense: el solidarismo y la pensión consumo. Curiosamente ninguno de ambos fue creado por economistas, sino por dos abogados y políticos costarricenses. Un ideal económico, netamente costarricense, se denomina “Pensión consumo”, y a mí criterio, es una idea formidable en circunstancias en que el sistema de pensiones amenaza colapsar por la caída en la natalidad, y en momentos en que el Estado costarricense requiere recursos urgentes. Su autor intelectual es el Dr. Walter Coto, un ilustre abogado turrialbeño que en los años de la década de 1990 fue expresidente de la Asamblea Legislativa. De acuerdo a su autor el espíritu de la propuesta es dotar a todos los costarricenses sin excepción, de una pensión que no se generara por medio de la contribución tripartita. Para el 42% de personas mayores de 65 años, que nunca tendrán pensión, porque no cotizan, o no tiene pensión del régimen no contributivo, sería su única pensión, y para los que han cotizado, o para los que tienen su ahorro para ese fin, pensión consumo sería un complemento para mejorar sus ingresos cuando se retiren.

El sistema consiste en que  el consumidor cada vez que compre y pague el IVA,  actualmente en un 13%, reciba una  fracción de ese IVA,  el primer año un 1%  del 13% , el segundo año  un 2 % , y a partir del tercer año, un 3%, dinero que le será acreditado en una cuenta individualizada a su nombre en el sistema financiero por medio la operadora de pensiones que escoja, y cuyos depósitos con sus incrementos de capital puedan estar visibles en internet, para que el beneficiario vaya conociendo el crecimiento de su capital. Ese dinero no sería administrado por el Estado. De este modo la pensión se genera sobre la base del consumo, y como todos los ciudadanos consumimos y estamos identificados, todos tendremos una pensión al llegar a los 65 años por lo que hemos consumido, más los valores agregados dispuestos en la propuesta, para paliar los consumos desiguales que existen en nuestra sociedad. Ahora bien, ¿qué sucedería con los turistas visitantes y las empresas que, a pesar de que pagan el IVA, no se jubilan?, en esos casos, el 3 % de las compras que esos dos consumidores hacen, en el caso de los turistas, van íntegros para los consumos calificados en extrema pobreza, y en el caso de los segundos, la mitad se imputa como un crédito fiscal para seguir estimulando el pago del IVA de las empresas en todas las circunstancias. Además, para los consumos anuales mayores de 25 salarios base, el 70% de ese exceso irán a los ya indicados pobres en extremo, y el 30% seguirá incrementando el aporte de esos consumidores.

En lo particular, he estudiado el proyecto y estoy convencido que los beneficios de su sistema son muchos. Al margen de la propuesta, Coto Molina me ha referido algunos de esos beneficios, los cuales resumo aquí. Lo primero a advertir, es que hace de cada costarricense un fiscalizador del Ministerio de Hacienda, pues al saber que cuando compra y paga el IVA, hay un porcentaje que recibe directamente y que va para su pensión, éste se verá estimulado a exigir su factura al comercio, y además vigilará que su porcentaje se refleje en su cuenta.  La factura se verá como un beneficio inmediato y directo, pues en muchos casos el ciudadano percibe que tributar de nada le sirve. Esto provocará que se reduzca la evasión notablemente, la cual, en el caso del valor agregado, siempre anda entre un 32% y un 40%. Al margen de lo anterior, el sistema creará una cultura tributaria, porque al pagar el impuesto al valor agregado, se recibirá un beneficio directo que el ciudadano consumidor puede ver en su cuenta. Por el diseño del sistema, éste ayudará en la lucha contra la pobreza y la distribución de riqueza, pues al llegar a los 65 años todos tendrán al menos un ingreso digno o complementario, y para los que están en pobreza extrema aún más de lo colabora su renta derivada de un consumo muy limitado, especialmente, entre adultos mayores y madres solteras. El consumo se canalizará hacia la economía formal ayudando a formalizar la economía porque la gente preferirá los comercios que dan factura. De lograrse la implementación del esquema, Costa Rica será el primer país del mundo en darle a su gente una pensión sobre la base del consumo, pudiendo exportar esta idea, al igual que se exportó la idea del solidarismo. Probado con enorme éxito, el sistema solidarista, ofrece frutos que se ven reflejados en la realidad de casi mil quinientas asociaciones, y aproximadamente cuatrocientos mil afiliados. Por ello, es una de las principales fuerzas organizadas de naturaleza social y laboral de nuestro país. El autor intelectual de este sistema económico es el benemérito de la patria Alberto Martén Chavarría quien, en los años de la década de 1940, planteó un plan de capitalización universal. En el esquema solidarista, la base económica del sistema es el aporte por medio de una fracción adelantada de las prestaciones legales del trabajador que pagan las empresas a cada uno de sus trabajadores, mediante las cuales se forma un fondo común de financiación. Las compañías entregan a cada empleado un porcentaje de lo que corresponde a los beneficios sociales del trabajador, e igualmente éste aporta una cantidad similar, todo lo cual se traspasa a un fondo común denominado “ahorro solidarista”, que finalmente resultará administrado por una asociación. Esos recursos patrimoniales se invierten en actividades lucrativas que permiten aumentar el capital del trabajador, para lograr un mayor rédito en los ingresos de nuestra clase trabajadora. Hasta hoy, esta formidable idea económica ha funcionado en Costa Rica con enorme éxito.

Amerita anotar que pensión consumo no se financiará quitando recursos al IVA ni a Hacienda, pues indudablemente se financiará con la reducción de la evasión, que incrementa la recaudación efectiva, con la participación vigilante de la población.  Además, se creará un inmenso ahorro nacional que podrá servir para impulsar obra pública y social. La factura electrónica facilita la ejecución de la idea y el país tiene la infraestructura tecnológica y operativa para desarrollarlo.  fzamora@abogados.or.cr  

martes, 22 de octubre de 2024

DESACIERTOS EN CONTRA DE LA FAMILIA

Dr. Fernando Zamora Castellanos.  Abogado constitucionalista

La actual contracultura del descarte está sitiando a la familia desde distintos flancos. Una de las principales cabezas de playa del ataque es el hedonismo, que ha hecho que los occidentales adoremos todo aquello que produce placer, buscándolo sin dominio, control ni equilibrio alguno, hasta hacer de ello una opresiva tiranía que oprime nuestra voluntad. La sana sexualidad, esa que permite dar sólido fundamento a la institución familiar, está básicamente condicionada por la voluntad, el afecto sincero, la corporalidad y un compromiso moral que involucra tanto el presente como el futuro. Por el contrario, en el hedonismo nuestra sexualidad pasa a ser algo estrictamente genital. Asociando los resultados de diferentes investigaciones, el Dr. Miguel Martínez González, catedrático de la Universidad de Navarra, ha advertido que hay tres graves problemas de salud asociados a esta contracultura que mina la familia: la compulsión adictiva asociada al abuso del material pornográfico, el exponencial aumento de las enfermedades de transmisión sexual, y los problemas de salud psicológica ligados a la promiscuidad e infidelidad en las relaciones íntimas.  

Sobre el primero de esos problemas, el del aumento de la pornografía, para el 2021, dicha adicción en internet ascendía a 140 millones de visitas diarias. Según los investigadores James Stonner y Dona Hughes, es una adicción que reclama imágenes cada vez más explícitas y violentas y que de acuerdo al psiquiatra español Carlos Chiclana, se caracteriza por una conducta compulsiva, que persiste pese a los daños que se reciben, y que es peligrosamente obsesiva. Como consecuencia de la promiscuidad, otro de los efectos de esta contracultura hedonista es el exponencial crecimiento que a partir del siglo XXI están experimentando las enfermedades de transmisión sexual. Según investigaciones del Centro de prevención y control de enfermedades del gobierno estadounidense, -una de las instituciones más autorizadas en Estados Unidos en la materia-, para el 2018 se habían detectado 26 millones de nuevos contagiados por enfermedades venéreas, la mitad de esas personas menores de 24 años. Lo anterior, pese a que el estudio fue considerado muy conservador, pues se contabilizaron únicamente las enfermedades atendidas, y las no ocultas, dado que en múltiples ocasiones dichas enfermedades se mantienen latentes sin manifestarse por años, por lo cual el afectado no las detecta. Además, el estudio solo contempló las ocho enfermedades más frecuentes. A pesar de lo anterior, ese mismo año se llegó al récord de uno de cada cinco estadounidenses contagiados.  En este punto, vale agregar que, según el estudio sobre el SIDA titulado “Una prevención exitosa sobre el HIV en Uganda”, ese país africano fue el primer país del continente en constatar una baja sensible en la infección de esa letal enfermedad, lográndolo después de desistir de la prevención basada en el condón, y cambiando hacia otra estrategia sustentada en dos factores de educación a la población. Por una parte, concientizar sobre la importancia de las relaciones sexuales limitadas al matrimonio, y por otra desestimulando la prostitución.

Sobre el tercero de los males anotado, los de salud psicológica ligados a la promiscuidad e infidelidad en las relaciones íntimas, el Centro estadounidense para el control y la prevención de enfermedades, ha sentenciado que la promiscuidad y la actividad sexual precoz está asociada a severos peligros para la salud física y emocional, recomendando que, en la medida de lo posible, debe retrasarse la iniciación sexual y promover la menor cantidad posible de parejas sexuales a través de la vida, pues lo contrario acarrea una serie de factores de riesgo negativos. De hecho, una investigación epidemiológica del año 1998 publicada en la revista británica de medicina, reconocía que los adultos jóvenes presentaban un altísimo grado de arrepentimiento por haber tenido actividad sexual prematura. Este tipo de estudios fue la razón por la que, en el año 2006, el Departamento de servicios de salud de los Estados Unidos, inició una campaña para promover que los jóvenes evitaran las relaciones sexuales prematrimoniales. Lo anterior coincide con la investigación española del Centro de investigaciones sociológicas del año 1995, confirmada por trabajos en Francia y Suecia, donde estadísticamente se demostró que hubo mucho menos separaciones entre las parejas cercanas a los 25 años que retardaron la cohabitación hasta el matrimonio. En este caso apenas el 4% de separaciones, frente a un índice mucho mayor de las parejas que adelantaron su actividad sexual. Otra investigación realizada por tres especialistas en sociología, -Bumpass, Sweet y Cherlin-, analizó el papel de la cohabitación previa relacionada con la prolongación del matrimonio, determinando estadísticamente que las parejas que cohabitan sin compromiso alguno, tienen una peor calidad de relación, y un mayor riesgo de ruptura e infidelidad, frente a las parejas que han consumado un compromiso como el matrimonio, o que han decidido asumir un compromiso a futuro.

Todo este conjunto de razones demuestra la necesidad de fortalecer, y nunca debilitar, a la familia. Pese a todo lo anterior, continúa la tendencia legislativa que viene debilitando a la institución del matrimonio. Al respecto amerita citar solo dos ejemplos; en el año 2020 se hizo una pésima reforma, cuando aprobaron en nuestro código de familia una causa de divorcio conocida en el planeta como los “divorcios de Hollywood”, pues son propios de esa farándula, y donde simplemente basta alegar diferencias de carácter, para divorciarse. Una causal absurda e insubstancial pues todas las personas tenemos diferencias de carácter. En nuestro país esta peligrosa tendencia tiende a agravarse, pues de acuerdo al nuevo código procesal de familia, que acaba de entrar a regir, se contemplan reformas legales para hacer “express”, rápido y fácil la disolución de los matrimonios sin hijos. Basta que el matrimonio acuda ante un notario para que, mediante un breve documento otorgado ante él, se tenga por finalizado el vínculo, y con ello, una familia más disuelta en modo expedito. Se ha demostrado que uno de los principales problemas que atizan la inseguridad del país, y que arrastran a la juventud hacia la vida narco y delincuencial, es la ausencia de un adecuado marco familiar de convivencia para los jóvenes. Esa es una razón cardinal por la que esta espiral de leyes debe detenerse ya, de lo contrario los problemas sociales asociados a la crisis de la familia seguirán en alza.  fzamora@abogados.or.cr  


LO QUE PIENSO DE ISRAEL

 Dr. Fernando Zamora Castellanos. Abogado constitucionalista

 Hoy cobra especial validez el viejo ideal del salmo 122, que nos invita a orar por la paz de Jerusalén. En momentos en que Israel nuevamente se encuentra envuelta en guerra, no he dejado de reflexionar sobre los asombrosos portentos existentes alrededor de la historia de los judíos, y que nos recuerdan lo abominable que es pretender que esa nación desaparezca. Muchas son las proezas que animan la aspiración de concordia entre sus habitantes dentro de las murallas de Jerusalén, y por ello me resulta una extrañeza la cantidad de guerras en contra de ese pueblo, siendo que es un territorio sin minerales, sin petróleo, y carente de vías estratégicas, como las que existen en otras naciones que poseen el canal de Suez o el estrecho de Ormuz. Es un país sin mayores tierras fértiles, ni rutas comerciales estratégicas, y peor aún, sin adecuados recursos hidrográficos, pues su único río, el Jordán, posee poco caudal y es un bien fronterizo compartido por otras naciones hostiles. Incluso fue un país que, por décadas, debió subsistir en función de cisternas y pozos obtenidos de fuentes lejanas. Un país cuya capital carece de mayor valor económico o estratégico, y pese a ello, es allí donde se generan las principales tensiones mundiales.

Una nación cuya existencia es un milagro inimaginable: el pueblo judío posee la cualidad de ser la única comunidad nacional superviviente de la antigüedad, en tanto por más de 3500 años han conservado su fe, su lengua, y sus prácticas culturales intactas. Todos los pueblos contemporáneos de la antigüedad, por citar algunos, los babilonios, persas, romanos, hititas, egipcios o fenicios han desaparecido, y sin embargo los judíos sobreviven como una curiosa rareza de la historia. Antropólogos e historiadores reconocen que un pueblo logra sobrevivir únicamente si en el transcurrir del tiempo conserva su fe, su integridad cultural y su lengua, lo cual es un fenómeno sociológico que, con el decurso de muchos siglos, es casi imposible de lograr, aún si esa comunidad conserva su territorio. Así, por ejemplo, los islámicos que ocupan las tierras que hoy son Egipto, no pueden ser considerados el mismo pueblo de los antiguos faraones, ni los iraníes de hoy son considerados Persia, pues salvo la misma ocupación geográfica, no existe ningún otro elemento cultural común entre esos ancestrales pueblos y los actuales. En esencia, no son los mismos pueblos, sin embargo ese portento solo ha sido logrado por los judíos.

Aún más, es la única comunidad nacional que logró subsistir después de cuatro deportaciones: la egipcia, la de Nínive (722 a.C.), la babilónica (597 a.C.), y finalmente, la impuesta por Roma (siglo I). La judía es la misma nación que, contra todo pronóstico y dieciocho siglos después de su último éxodo, logró la hazaña colectiva de regresar a su tierra conservando intactas su lengua, su fe y su identidad cultural. Igual creo que es en la prodigiosa supervivencia de sus códigos culturales, donde reside la clave de las proezas tecnológicas en beneficio de sus ecosistemas. Cuando Israel resurgió en la cintura del siglo pasado, por la condición desértica de su región, los nuevos ciudadanos del país llegaron a un territorio que básicamente era una tierra yerma. Pese a tal situación, hoy Israel es la única nación del mundo en la que existen muchos más bosques de los que había hace un siglo, y esto a pesar de los continuos sabotajes provocados por sus vecinos hostiles, en un afán de destruir las plantaciones boscosas logradas en el desierto. Ilustración de lo anterior ocurrió en el año 2006, cuando fueron quemadas diez mil hectáreas de bosque por lanzamientos de cohetes desde el Líbano; en ese momento la organización islámica Hezboláh, hoy en guerra contra Israel, se atribuyó el hecho. Israel es también vanguardia en materia de aprovechamiento y desarrollo de la tecnología del agua, energías limpias y agricultura orgánica sostenible, al punto que se han convertido en potencia agroexportadora. En el año 2014, su sector agrícola -valorado en $7.8 mil millones-, representó el 3.3% de su PIB, pese a que cultivan en un ecosistema que solo recibe lluvia un promedio de 45 días al año.        

Finalmente vale recordar que, siendo los judíos apenas el 0,2% de la humanidad, me resulta asombrosa la capacidad de ser exageradamente relevantes en el mundo de las ideas y el progreso. Si sumamos el premio nobel de medicina recibido en estos días, solo ese pueblo ostenta más de 195 galardones. Pero aún más sustancial, es la capacidad que ha tenido ese pueblo de establecer revoluciones filosóficas y espirituales sin par. Anotemos ilustraciones relevantes: ¿por qué fue el pueblo judío el primero en la historia universal en abolir la práctica de la esclavitud? Lo hizo desde hace ya miles de años, pese a que en la antigüedad la esclavitud era una práctica universal. Ello se debe a que fue la nación judía la primera en practicar el más revolucionario concepto inmaterial de la historia, el de la dignidad humana, el cual surgió a partir de la noción de que el hombre fue creado a imagen y semejanza de un Ser ético entendido como Dios único. Y esto nos recuerda, además, algo que era inconcebible en el mundo panteísta del pasado, pues es entre los judíos que surgió la noción de un Dios que trasciende el mundo natural, o sea, un Dios que está fuera del tiempo, el espacio y la materia, dando origen al monoteísmo, y con ello, a las corrientes espirituales más potentes del planeta, como lo son el cristianismo, el islamismo, y por supuesto el judaísmo.

Sumado a lo anterior, el judaísmo fue el primer pueblo en asumir otras convicciones impensables que, hasta milenios después, la ciencia ha confirmado como ciertas. Veamos algunos ejemplos: el libro del profeta Isaías, escrito siete siglos antes de Cristo, es el primero en la historia humana que, en su capítulo 40 versículo 22, establece la noción de que la Tierra es redonda. Otra increíble convicción judía aún más antigua, se halla en el libro de Job, que declara la noción de que “la tierra está suspendida sobre la nada” (Job 26:7). Fueron también los judíos los primeros en determinar que el mundo de la naturaleza se rige por leyes estables, creadas por un Dios que actúa según un orden, en donde los astros y cuerpos celestes no eran divinidades, sino parte de un sistema regido por límites y parámetros. Sumado a las anteriores, la noción de que todo el universo fue creado “ex nihilo”, o sea, creado de la nada, noción que, salvo para el Dios de los judíos, era algo absolutamente inconcebible para la antigüedad, y que hoy coincide con el demostrado hallazgo científico de la cosmogénesis, o Big bang. Ideas todas que eran inconcebibles para la humanidad de entonces. Una comunidad así, no solo merece vivir en paz, además amerita que, con todas nuestras fuerzas, condenemos las pretensiones ideológicas que aspiran a que desaparezca. fzamora@abogados.or.cr  

martes, 8 de octubre de 2024

LA PREGUNTA ESENCIAL PARA LA REVOLUCION EDUCATIVA

 Dr. Fernando Zamora Castellanos.

Abogado constitucionalista

 

¿Somos resultado del azar sin causa, de procesos naturales que no tienen propósito ni sentido, como aseguran los apóstoles del existencialismo, o nuestra existencia tiene un sentido trascendente que sobrepasa la realidad material, como afirmamos los creyentes?  Esta pregunta es piedra angular de una nueva revolución en la enseñanza, y de la respuesta que sobre esa interrogante el sistema educativo ofrezca a los niños y jóvenes, dependerá si habremos de inspirarlos, o no, hacia la búsqueda de una vida de plena realización. Antes amerita advertir que, en buena parte, nuestra crisis educativa es consecuencia de su adicción a la posmodernidad, esa lamentable corriente nihilista que se afana en convencerlos de que nuestra existencia es resultado de un azaroso sinsentido.

Las filosofías e ideologías materialistas se habían consolidado porque hasta el siglo XX cinco equivocados paradigmas las fortalecieron: el primero de ellos, la errada creencia en que el universo era estacionario, o sea, la idea de que el universo, y con ellos la materia, el tiempo y el espacio, eran infinitos y permanentes, por cuanto no habían tenido un momento de creación, ni tendrían final, lo cual hacía innecesaria la noción de un ser creador. A lo anterior se sumaron otros paradigmas, como la incorrecta descripción matemática de un universo simple, y la errónea idea de que la vida tenía un origen asequible a partir de la materia inanimada. Esta última creencia fue posteriormente desacreditada por los descubrimientos de Luis Pasteur en el siglo XIX, los cuales probaron que los microorganismos no surgían espontáneamente, sino que todo ser vivo procede de otro ser vivo anterior. Un cuarto paradigma ya superado, fue el auge que en el siglo XIX obtuvo la teoría marxista del materialismo científico, que sostenía la idea de que tanto los procesos naturales, como los sociales, eran producto de postulados deterministas cuya explicación se reducía a fenómenos físicos. El quinto paradigma lo planteó Sigmund Freud a partir de sus teorías del comportamiento humano, según las cuales la mente humana y, por tanto, todo su comportamiento, ideas y motivaciones, se reducían a fenómenos propios de las fuerzas inconscientes de nuestra psiquis.

Sin embargo, los siglos XX y XXI, trajeron hallazgos y descubrimientos que han generado otros cinco nuevos paradigmas científicos que van en sentido contrario a los anteriores, y que fortalecen un buen entendimiento entre la ciencia y la espiritualidad, pues han revertido la creencia de que la ciencia es incompatible con la existencia de Dios. En primer lugar, tenemos los descubrimientos que han demostrado, más allá de toda duda, que el universo no es eterno en el pasado, sino que tuvo un inicio, con un origen absoluto, y del cual, tanto la materia, el espacio y el tiempo, surgieron en un micro instante, según lo cual, unido a los hallazgos de la teoría de la relatividad, obliga a explicar la creación a partir de una causa provocadora que se encuentra fuera de la materia, el tiempo y el espacio. Una realidad científica que calza perfectamente con la noción espiritual de un Dios creador. A este descubrimiento se le denominó popularmente Big bang, y surgió a raíz de las pruebas que ofrecía la acción de la radiación de fondo en todo el universo.  El segundo paradigma es el ajuste increíblemente fino del universo. El universo está tan inexplicablemente ajustado para la existencia de la vida en el planeta, que los cosmólogos materialistas se vieron obligados a hacer especulaciones exageradas sobre otros modelos de existencia, como el de los multiversos o los universos paralelos. Esto en un afán de justificar por qué razón el universo tiene ese descomunal grado de perfección en su ajuste para permitir la existencia de vida. Para que entendamos este exagerado nivel de ajuste, me limitaré a citar un ejemplo, y para evitar suspicacias, citaré intencionalmente a un cosmólogo no creyente, al físico de la Universidad de Stanford Leonard Susskind, quien reconoce, incrédulo, que la constante cosmológica está ajustada con una precisión de “1 sobre 10 a la 120”. Esta cantidad implica un grado tan inexplicable de ajuste, que él mismo reconoce, pese a que se declara no creyente, de que es imposible que tal equilibrio sea fortuito.

El tercer paradigma es el que han aportado los recientes descubrimientos de la biología molecular, que demuestran que la vida está descomunalmente organizada en sofisticadísimos lenguajes complejos de ARN, ADN y proteínas que generan funciones reproductivas, metabólicas y de réplica que son las que permiten que ella emergiera. Es un orden tan sofisticado, que tal como lo explica el biólogo molecular John Craig Venter, para que el ser vivo más pequeño exista, se necesita un genoma de ADN de al menos 250 genes, cerca de 150 mil pares de bases de nucleótidos, asociadas según una organización precisa, un sistema ARN, un ribosoma intérprete y una producción de 180 tipos de proteínas distintas, decenas de enzimas y orgánulos locomotores, todo ello dentro de un ser invisible de 0,2 micrómetros (2x10-7m). El cuarto paradigma que está acercando la ciencia a la fe, es la demostración de la muerte térmica del universo. La muerte térmica del universo fue una segunda vía, a parte del Big bang, para dar por absolutamente demostrado que la materia, el espacio, y el tiempo, tiene necesariamente un inicio común, y por tanto una causa necesaria fuera de esos elementos. Además, los trabajos del nobel Roger Penrose sobre dicha entropía tuvieron por demostrado que, en ese origen, todo, desde el primer instante, estaba calculado de una manera fantástica.

El último de los nuevos paradigmas científicos fue el de la relatividad, teoría descubierta por Einstein, el mismo que llegó a afirmar que “Dios no juega a los dados”. Esta teoría demuestra que tiempo, espacio y materia no pueden existir en ausencia de alguno de estos tres. Lo anterior significa un hecho innegable: que la causa para el origen del universo forzosamente debe ser ajena al tiempo, al espacio, y a la materia, lo que refuerza la convicción de que la espiritualidad es posible, por la noción de un Dios creador que necesariamente está fuera de esos tres elementos. Estos novedosos paradigmas han acercado la ciencia a la fe, abriendo también la posibilidad de una nueva revolución educativa, que ofrezca una educación para niños y jóvenes convencidos de que esta vida tiene un propósito trascendente para cada quien, y haciendo posible que se supere esa manía posmoderna que ha sumido nuestra educación occidental en un peligroso descreimiento materialista.  fzamora@abogados.or.cr

viernes, 6 de septiembre de 2024

UN ICE CON ENERGIA DE NUEVAS FUENTES

 

Dr. Fernando Zamora Castellanos.

Abogado constitucionalista

 

En los últimos días el diario La Nación, nos ha ofrecido dos noticias que nos obligan a reafirmar lo que debe ser un replanteamiento radical del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). La primera información que fue publicada en este diario, refiere al hecho que, por un problema geológico y de merma en las lluvias, la planta hidroeléctrica reventazón no ha alcanzado la producción prometida, pues lo que genera, en promedio, es menos del 40% de aprovechamiento de su capacidad instalada. Ello pese a su descomunal costo de casi mil seiscientos millones de dólares, el cual, por cierto, se infló después de un alto sobreprecio en su valor de construcción original, tal y como se denunció precisamente en este diario, en noviembre del 2018. A raíz de esta causa, entre otras razones menores, es que el ICE se ha visto obligado a aumentar el uso de hidrocarburos hasta alcanzar el 20% de la energía que se explota mediante esa vía contaminante en algunos días del mes de agosto, además de verse obligado a importar energía de Centroamérica. Esta situación está provocando una enorme erogación económica al país, que se traduce en mayor cobro a los usuarios. Ello debido a esas dos obligaciones, por una parte, importar energía al exterior, y por otra explotar la energía a partir de la adquisición de bunker y diésel para la generación térmica, lo cual es muy oneroso.

Según la referida investigación periodística, hasta julio del presente 2024, el costo que deberá ser trasladado a los bolsillos de los ciudadanos será la bicoca de C.147 mil millones de colones. En otras palabras, el no renovar nuestro sistema de explotación energética, nos está costando a todos muchos millones de dólares.   

Todo parece indicar que ha quedado atrás la época de gloria del ICE, cuando podíamos presumir que el 99% de nuestra explotación energética era derivada de energías limpias.      

Pero hay esperanza: para salir de este bache, es indispensable que el ICE se proponga transformar su oferta a partir de la explotación de dos matrices energéticas limpias como lo son la energía extraída del mar, y la energía geotérmica. A partir de ambas fuentes es posible desarrollar grandes proyectos energéticos y revolucionar nuestra principal institución eléctrica nacional.

Veamos por qué. De la energía extraída del mar, existen varios modelos, como el mareomotriz, que utiliza la energía que se extrae de las corrientes marinas. Hasta hoy la tecnología más desarrollada es la mareomotriz, y las tres mejores plantas generadoras de energía de este tipo en el mundo son la que están ubicadas en Francia, cuya planta mareomotriz Rance Tidal genera 540 millones de KWH al año, y la de Corea del Sur, que recién concluyó su planta llamada "Sihwa" con capacidad de producir 600 millones de KWH al año; esta última con un costo de trescientos millones de dólares. Si tomamos como referencia nuestra ya aquí mencionada planta Reventazón, que genera 300 Mw al año y cuyo costo fue de alrededor de 1600 millones de dólares, nos damos cuenta la desproporción entre el costo de producción de la energía hidroeléctrica, si la comparamos con los modelos mareomotrices cuya relación costo-producción masiva es mucho menor.

Es claro que nuestros recursos energéticos más abundantes se encuentran en los mares y en la geotermia de los volcanes costarricenses. La experiencia geotérmica en Costa Rica es buena y ya lleva tres décadas de desarrollo. Nuestro primer proyecto fue en Bagaces con la planta Miravalles I que se instaló en el año 1994 y llegó a generar la importante cantidad de 55 megavatios anuales. En la actualidad, el país cuenta con 6 plantas geotérmicas, ubicadas en Miravalles, con las plantas Miravalles I, II, III, IV, y las plantas, Pailas I y II, que suman alrededor de unos 250 MW anuales de potencia. Sin embargo, el país tiene un potencial total en volcanes de alrededor de 1750 MW anuales. Si tomamos en cuenta que ya explotamos 250 MW, mi propuesta es que podríamos llegar a explotar 1500 MW anuales más de energía geotérmica, lo que tiene muchas ventajas. Entre ellas, que es una energía muy estable, su costo de explotación es razonable, y el ICE ha demostrado, que donde ha intervenido, las comunidades vecinas se benefician con el incremento en reservas naturales y turismo, pues los bosques se regeneran y se incrementa la fauna por la política de protección que se establece en los compromisos de explotación de los recursos geotérmicos. Amerita puntualizar en este aspecto: la mayor crítica que se ha hecho a la explotación de la energía geotérmica es su supuesto costo ambiental, sin embargo, la experiencia nos demuestra lo contrario. Cuando el ICE inició sus proyectos geotérmicos buscó alternar esa actividad con la forestal. Dentro del presupuesto de dichas plantas energéticas se previó, como parte del costo del proyecto, la compra de tierras para bosque. Al punto que, solo con el proyecto de Bagaces se transformaron catorce millones de metros cuadrados de tacotales y terrenos de pastoreo en reservas forestales, que finalmente se pagaron con los mismos beneficios retributivos de la venta de la energía. Tierra que antes estaba deforestada, fue restaurada en grandes bosques alrededor de las plantas geotérmicas bagaceñas, que hoy son uno de los mayores atractivos naturales que han dado un importante valor turístico a la zona.

Como se tuvo por probado al inicio del artículo, en este momento el modelo hidroeléctrico tiene importantes desventajas derivadas de su bajo rendimiento en razón de las constantes sequías y el alto costo de la construcción de sus plantas. Por ello, al ICE le llegó la hora de transformar su matriz energética, y la reconversión del modelo hidroeléctrico imperante hoy, debe enrumbarse en función de un nuevo modelo energético a partir del mar y la geotermia.  fzamora@abogados.or.cr  

miércoles, 28 de agosto de 2024

COSTA RICA Y NICARAGUA: DOS CAMINOS

 Dr. Fernando Zamora Castellanos. Abogado constitucionalista

En una entrevista que concedí a Andrea Alemán del centro español Instituto de Empresa, se me preguntaba ¿por qué razón Costa Rica es hoy uno de los países latinoamericanos con mejores índices de prosperidad, mientras Nicaragua disputa ser el segundo país más pobre del continente? Me atrevo a contestar que la diferencia esencial ha sido que Costa Rica fue una nación colonizada, mientras que, nuestros vecinos, una región que sufrió siglos de conquistas violentas. Por las razones que expondré, espero demostrar la importancia de romper con el autoritarismo en nuestras naciones, un fenómeno que es verdadero obstáculo para el desarrollo. Veamos. Lo primero que debe advertirse es que la población originaria nicaragüense, tanto los dirianes como los nahuas, -las dos etnias más numerosas-, se caracterizaban por una forma de organización sociopolítica violenta y despótica al extremo. Básicamente pueblos con dinámicas de poder feroces. De ellos, el más populoso eran los niquiranos que eran nahuas o aztecas a los que se les conocía como nicaraos. Esto por cuanto en el territorio de lo que hoy es Nicaragua y al momento de la llegada de Gil González Dávila, dominaba la estirpe del cacique Niqueragua, razón por la que se les llamaba así a sus súbditos. El problema más grave fue el contexto sociocultural de esas etnias de raíz nahua o azteca, que eran sociedades basadas en prácticas de una enorme crueldad. A manera de ilustración, el reputado educador mexicano José Vasconcelos, nos recuerda que la antropofagia era una práctica habitual en los aztecas, especialmente en los rituales, que terminaban con bacanales en los que los militares y los chamanes aztecas ingerían los brazos y piernas de sus víctimas sacrificiales. El consenso de los historiadores confirma que dichos pueblos vivían en guerra perpetua con el objetivo de obtener prisioneros para sus sacrificios litúrgicos. Prácticas en las que se extraían los corazones y entrañas de las víctimas, que se arrancaban en los altares con cuchillos de obsidiana mientras la víctima yacía viva.

 

El verdadero valor de una sociedad radica en la naturaleza ética de su organización sociocultural, y en este sentido, el consenso existente en relación a las grandes civilizaciones precolombinas, es que eran teocracias muy sanguinarias. Académicos como Alfonso Caso, arqueólogo y ex rector de la UNAM, o el venezolano Mariano Picón, nos recuerdan que, -en la cosmovisión precolombina-, los sacrificios humanos eran prácticas que abarcaban todas las épocas del año. De hecho, en su profusa investigación sobre la historia precolombina de América, Juan Zorrilla San Martín documentó que, para esas comunidades, el año litúrgico iniciaba con la masacre sacrificial de muchos niños, lo cual ocurría el segundo día de lo que para nosotros es febrero. Para asegurar las lluvias anuales, en esa fecha se ejecutaban ritos en los que se les extraía el corazón a grupos de niños en honor a los dioses del agua. El resto del año se continuaba con otro tipo de ceremonias similares. De esas espantosas prácticas tampoco escaparon las escasamente pobladas etnias que habitaban lo que hoy es el territorio costarricense. En su crónica sobre la conquista de Costa Rica, escrita en 1940 para la Revista del Archivo nacional, el antropólogo catalán Jorge Lines refiere lo que se conoce como los enterramientos secundarios, en los que se acostumbraba sacrificar entre cuatro a seis mancebos indios para enterrarlos con ocasión de la muerte de los principales indígenas. Entre otros historiadores, esta práctica la confirmó Ricardo Fernandez Guardia en su investigación publicada en 1908. Volviendo al precedente nicaragüense, queda claro el contexto profundamente desigual y violento que existía en Nicaragua para el momento de la conquista. Más como si aquello fuera poco, el historiador y ex presidente dominicano Juan Bosch nos recuerda que cuando Pedrarias Dávila llega a Nicaragua, en su exagerada avidez por conseguir mano de obra servil y extraer cada vez mayores cantidades de recursos, insiste en preservar un régimen opresivo que ha prevalecido en dicho territorio vecino, consolidando el caldo de cultivo de un enorme autoritarismo y de una gran desigualdad, lo que ha impedido hasta hoy su prosperidad.

 

El caso de Costa Rica es distinto. Lo primero a señalar es que, de acuerdo a los cálculos documentados por Monseñor Bernardo A. Thiel, al momento del arribo de los españoles a nuestro territorio, la población nativa era tan ínfima que apenas alcanzaba los veintisiete mil habitantes. Mientras los informes de los conquistadores españoles en Nicaragua refieren importantes cantidades de indios, los informes de los españoles que visitaron territorio costarricense durante la conquista hablan de una gran escasez de pobladores nativos. Además, la naturaleza de las comunidades nativas de lo que hoy es nuestro territorio, era de una condición mucho más pacífica. Por ejemplo, en su obra sobre el descubrimiento de Costa Rica, el historiador Ricardo Fernandez Guardia refiere que, desde que en 1522 Gil González Dávila les compartió el evangelio a los chorotegas, que eran la etnia más numerosa de nuestro territorio, tomaron muy en serio su condición de cristianos. Al punto que, según refiere Gonzalo Fernández de Oviedo, el mismo príncipe de dichos nativos no permitió que a sus súbditos se les siguiese llamando indios, sino cristianos. A lo anterior se suma un dato que es consenso entre los investigadores, y es el hecho de que Juan Vásquez de Coronado, nuestro principal conquistador, más que solo un militar fue un pacifista. En la obra biográfica de aquel conquistador, el reputado historiador Carlos Meléndez refiere al hecho de que la experiencia americana de Vásquez lo había hecho un fiel seguidor del espíritu del padre Las Casas y de Francisco de Vitoria, al punto que, parafraseando a Meléndez: “el buen trato a los naturales fue uno de los rasgos más suficientemente reconocidos en Vásquez de Coronado”. Todo lo anterior permitió que nuestra interacción entre indios y españoles fuera mucho menos violenta y traumática.

 

Así la fundación de lo que hoy es nuestra nación estuvo determinada por tres fenómenos indiscutibles: la poca población de nuestro territorio, el buen trato de sus principales conquistadores hacia esa escasa población nativa, y la paulatina emigración de europeos, principalmente españoles de cultura judeo-sefardita, que eran poseedores de un acervo de más de seis mil años de cultura. Buena parte de dichos colonos venían en busca de libertades para practicar su fe, -y proviniendo de una Europa no tropical-, se agradaban del clima fresco de las altas mesetas de nuestros valles centrales.  Ello provocó que, como sucedió con Uruguay o Argentina, Costa Rica fuese una sociedad con un proceso gradual de colonización dirigido por colonos cultos, con un espíritu independiente y huraño, creando el caldo de cultivo para un sistema sociopolítico mucho menos autoritario. Sin embargo, no dudo que nuestros vecinos lograrán romper con ese ciclo de violencia autoritaria, y que un camino de concordia será posible. fzamora@abogados.or.cr  

GLOBALISMO VIGILANTE

Dr. Fernando Zamora Castellanos. Abogado constitucionalista

Se puede afirmar con total seguridad que la historia universal cuenta con tres etapas de globalismo. La primera de ellas fue provocada por las compañías de indias. Cuando arrancó en el siglo XVI la revolución mercantil gracias a las posibilidades técnicas de traficar bienes a gran escala, al mismo tiempo los imperios impusieron las barreras para monopolizar los mercados. El primero en imponerlas fue el imperio español, que estaba controlado por una monarquía absolutista que instituyó la “Casa de contratación de las indias”, una compañía que monopolizó el comercio de las colonias españolas durante el apogeo del control de sus tierras de ultramar. Ello provocó la reacción de holandeses e ingleses, que consistió en empoderar a sus propios comerciantes y mercaderes, otorgándoles concesiones de exploración y conquista en territorios de ultramar, incluyendo la potestad de armarse. Las compañías mercantiles indianas, como se les llamó, finalmente resultarían igualmente enemigas del ideal de la libertad comercial, en tanto ellas representaban una suerte de carteles monopolizadores de la actividad económica de ultramar. Célebres serían la compañía británica de indias orientales, que recibió carta real de la corona británica, y con ello la concesión del monopolio de productos y rutas comerciales. También reconocida sería la compañía neerlandesa de indias, que representó la versión de ese tipo de cartel en los Países bajos, y la compañía francesa de indias orientales, que fue concesionaria del monopolio comercial francés de Sudáfrica a Malasia. Siglos después surgirían las compañías danesa y sueca de indias. La mayoría de ellas contaban con privilegios como el de exenciones tributarias, potestad de hacer la guerra, -como la que le hicieron por el opio a China-, firmar avales del tesoro real, monopolizar el tráfico de bienes y rutas, y hasta nombrar embajadores a nombre de las coronas.

 

La segunda era globalista surgió con los acuerdos de Bretton Woods, un conjunto de políticas económicas globales a las que se adhirió prácticamente la totalidad del mundo económico capitalista, bajo un sistema de reglas y organismos internacionales que rigieron la actividad financiera mundial, y que alcanzó su plena influencia hasta la década de los años 1980. La tercera y última era de la globalización nace con el desarrollo del internet, y podríamos llamarla de globalismo vigilante con una aspiración de máximo control. Shoshana Zuboff, académica de la Universidad de Harvard, define algunas de las características de esta nueva versión del poder globalista desde la perspectiva del comportamiento económico. En este caso, es la capacidad de los grandes emporios económicos, utilizando la información digital para vigilar, conducir y predecir el comportamiento humano. Se trata de un nuevo mercado global en donde, incluso, hay oferta y demanda para adquirir información que permita predecir la actividad económica de los ciudadanos. Para los demandantes de ese mercado que permite conocer nuestros comportamientos futuros, el acceso a nuestra actividad digital íntima es esencial, pues es allí donde se extraen el cúmulo de datos que son básicos en función de los intereses de otros. Es la sustitución de la sociedad industrial, por una sociedad instrumentaría.

 

El problema de este globalismo vigilante no es el avance tecnológico por sí mismo, como lo es por ejemplo el avance de la inteligencia artificial, sino la lógica que subyace en la aplicación de esa tecnología en beneficio del poder que la controla. La cuestión no está en las diferentes tecnologías que utiliza el globalismo vigilante. El dilema no está en los algoritmos, la inteligencia de máquinas, ni las distintas redes y plataformas digitales, sino en la vocación de control y obtención espurio de beneficios que obtienen quienes controlan los hilos que permiten que esos sistemas y maquinarias funcionen. En este punto amerita aclarar que no se trata de la vigilancia, control y obtención de información consentida para mejorar los bienes y servicios del mercado, sino de prácticas engañosas como la del programa Beacon. Este programa se promocionó como una forma novedosa de ofrecer información, pero lo que realmente hacían era monitorizar por la web las adquisiciones de sus usuarios para transmitir a terceros la información sin el consentimiento de los miembros del programa. Uno de los mayores escándalos en relación a esa plataforma, la provocó la denuncia de un usuario, que descubrió que la compra íntima de un juego de diamantes para su novia, en una tienda en línea, había sido informada a terceros. Otro caso revelador sucedió en el año 2016, cuando “Register”, un informativo de tecnologías sacó a la luz que la aplicación “Google play”, instalada en los celulares Android, comprobaban constantemente las ubicaciones de los usuarios de los celulares remitiendo esa información a aplicaciones de terceros, e incluso a los servidores de Google. Según dicho boletín informativo, precisamente fue un investigador en temas de seguridad, quien descubrió el asunto al ver que cada vez que cruzaba la puerta de una reconocida marca comercial, su teléfono lo invitaba a descargar la aplicación de esa misma marca, para descubrir después de una exhaustiva investigación, que dicho emporio digital había controlado sus ubicaciones miles de veces.            

 

Para Zuboff, este globalismo exige para sí la experiencia humana, concibiéndola como si fuese simplemente materia prima obtenida gratuita y subrepticiamente, y la cual puede ser traducida en datos de comportamiento. Para la académica, es una nueva era globalista, vigilante, controladora e incluso directiva de la conducta de los consumidores, que ataca principalmente los fundamentos de la soberanía individual, el libre albedrío de los individuos. Peor aún, desde la perspectiva social, socava también el concepto mismo del orden democrático y soberano de las naciones. John Tomlinson, investigador de la Universidad de Nottingham, definió que era una “desterritorialización como condición de una nueva aspiración globalizadora”. En esencia, una vocación que parece aspirar a sustituir los Estados nacionales por entidades corporativas internacionales. Algo que debe ser a toda costa resistido. fzamora@abogados.or.cr  

lunes, 19 de agosto de 2024

REVITALIZAR LA CULTURA EDUCATIVA DEL ESFUERZO

 Dr. Fernando Zamora Castellanos. Abogado constitucionalista

¿Por qué los asiáticos destrozan a Occidente en las evaluaciones PISA? Estas evaluaciones mundiales miden la capacidad de los estudiantes de ochenta países en el mundo para leer y comunicarse adecuadamente, para resolver problemas matemáticos universales, y medir otros conocimientos de cultura científica básica. Países occidentales de altos ingresos, como Finlandia o España, están cayendo en picada en estas pruebas frente a las naciones asiáticas.  En Costa Rica es usual escuchar a profesores de los niveles superiores alarmados al testificar que llegan a sus aulas estudiantes que, habiendo pasado por grados previos, no tienen habilidades mínimas de comprensión de lectura, pensamiento crítico, o resolución de problemas matemáticos con algún grado de dificultad. La respuesta es que Asia ha enfocado su modelo educativo hacia una cultura de esfuerzo en la adquisición de conocimientos por parte del estudiante, potenciando las capacidades de los estudiantes a través de una sostenida disciplina, y la interacción permanente entre el educador y el estudiante. Por el contrario, Occidente tomó la dirección inversa. Por ejemplo, en los últimos cuatro años se han dado los peores resultados PISA de la historia española en matemáticas y ciencias, precisamente después de implementada la polémica “ley Celaá”, una ley que fue acusada por distintos educadores, investigadores y agrupaciones docentes españolas, como promotora del menor esfuerzo en los estudiantes. El docente e historiador español Jesús Angel Romero, denunciaba en la prensa el daño que la ley Celaá le hacía a su sistema educativo, al permitir la graduación secundaria de educandos con un número indeterminado de suspensiones, permitiéndose la barbaridad de aprobaciones de un primer año secundario a estudiantes con hasta ocho o nueve suspensiones, que en palabras de dicho docente es un “aspecto chocante que llama la atención… así, el problema del abandono escolar se trata de solucionar regalando títulos devaluados”.  

Occidente adoptó un modelo educativo que adolece de la enorme desventaja de promover el facilismo, desenfocando la necesidad de obtener y adquirir conocimientos, y peor aún, abusando de una extrema tolerancia en la utilización de herramientas tecnológicas en los procesos educativos, las cuales son un atajo que está provocando una desmejora del esfuerzo propio, y un vacío en la adquisición de conocimientos. Se sustituyó la clase magistral y el esfuerzo por adquirir y procesar conocimiento a través del esfuerzo propio, para darle una importancia excesiva y sobredimensionada a la aplicación de la tecnología, situación que provoca que se acorte el camino del esfuerzo por investigar, aprender y razonar críticamente, evitando así la presión y obligación de procesar y conservar por sí mismo los conocimientos. Es casi una mala palabra obligar al educando a leer y redactar, concentrándose en libros y obras literarias que hayan superado el paso del tiempo, y entonces se llega al extremo de no dar importancia a la ortografía, mucho menos a la redacción. Otra amenaza a raíz de este exagerado uso de la tecnología en los procesos educativos, proviene del hecho que la manipulación cibernética representa un tema reconocido, incluso por los mismos activistas que promueven la maximización de la tecnología en la docencia. Los riesgos de manipular a los jóvenes a través del uso permanente de la tecnología son muchos, al punto que algunos especialistas han dado en llamarlo el despotismo de los algoritmos, pues éstos funcionan con mecanismos que desestimulan los puntos de vista o criterios distintos u opuestos al momento de recibir información automática de los motores de búsqueda, con lo cual cualquier adoctrinamiento se ve facilitado.

Cristóbal Cobo, experto en investigación docente del Banco Mundial, ha advertido del peligro que implica dar mayor prioridad a la tecnología que a la interacción personal entre el educador y el educando, y para ello recordó que una de las complejidades del proceso educativo es que, más que la simple obtención facilista de datos, la educación es sobre todo, formación en valores y consejos para salir de situaciones humanas que desafiarán al joven a través de su actividad profesional y de su vida, un aspecto que no es exportable ni reducible a algoritmos. De allí el peligro de esta tendencia a un facilismo que está abandonando la educación al simple uso de las herramientas “tech”. Lo anterior se agrava si tomamos en cuenta que el control de todo el sistema cibernético del mundo está aún más concentrado que la economía y el mercado en general, pues sabemos que el 90% de las búsquedas se gestionan a través de Google, el 95% de las computadoras del planeta se ven obligadas a usar los sistemas operativos que controlan las dos empresas Microsoft y Apple, y el 74% de los usuarios mundiales de la web utilizan algún tipo de servicio ofrecido por la empresa META, al extremo que todas las compañías tecnológicas del planeta acumulan hoy el 80% de la riqueza corporativa mundial.     

Una consecuencia marginal de este retroceso en la cultura educativa del esfuerzo, se refleja también en aspectos como una seria crisis de comportamiento de los estudiantes, algo de lo que el país ha sido testigo a través de sucesos que nos han escandalizado, como los ocurridos en el pasado mes de julio cuando una estudiante fue humillada y atacada por otro educando en el autobús que le daba servicio a una institución educativa sancarleña. En este sentido, parte del problema es que, cuando los profesores exigen disciplina y urbanidad, el mundo se les viene encima. Allí el profesor se enfrenta al irrespeto incluso de algunos padres de familia, y a un sistema que resulta represor contra el mismo educador, pues el sistema ha girado para buscar castigo contra los profesores que exigen la disciplina del estudiante, o una adecuada ética de respeto en la convivencia entre ellos. Es indispensable revertir esta tendencia y ofrecer un mayor empoderamiento al educador, pues éste sigue siendo factor fundamental para la orientación vocacional y formativa del alumno. Si seguimos dando cabida a esta nueva contracultura, por más recursos que inyectemos, seguirá en picada la educación, y con ello, su misión civilizadora.

Finalmente, otro elemento dañino que se une a esta corriente facilista, es la tendencia posmoderna que devalúa la verdad ante un relativismo militante, lo que ha provocado que la real academia alertara en uno de sus informes, publicado el 14 de diciembre del año 2023 por el diario español El mundo, que el nuevo modelo de sistema educativo está sustituyendo el razonamiento, dando más importancia a las opiniones subjetivas y a las emociones de los alumnos. fzamora@abogados.or.cr  

viernes, 31 de mayo de 2024

LA EXTRADICIÓN DE CIUDADANOS COSTARRICENSES ES VIABLE

Dr. Fernando Zamora Castellanos.Abogado constitucionalista

Discrepo de la opinión del colega Rubén Hernández Valle, publicada en un artículo de este mismo foro titulado “La extradición es inviable” (23/5/2024). Hernández sostiene que no es posible aplicar el procedimiento de reforma parcial de nuestra Constitución Política a la modificación del artículo 32, cuyo objetivo es permitir la extradición de narcotraficantes costarricenses. Para ello, justifica su posición a partir de dos argumentos: por una parte, sostiene que la extradición de nacionales violenta el artículo 22 inciso 5 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el cual prescribe que a los Estados les es prohibido expulsar a sus ciudadanos nacionales. Aunque él no lo mencionó, amerita aclararle al lector que este primer argumento lo plantea apoyado en el hecho de que nuestra jurisprudencia constitucional ha sido insistente en que los tratados suscritos sobre derechos humanos, están por encima de nuestro texto constitucional, por lo que nuestra Constitución no puede contradecir los preceptos sobre esa materia consignados en ellos.

Su segundo argumento es que la extradición de nacionales no puede aprobarse mediante el poder reformador derivado que ostenta la Asamblea Legislativa, porque siendo dicho proyecto limitación de derechos fundamentales, para aprobar la extradición de narcotraficantes costarricenses debe aplicarse el numeral 196 constitucional, que contempla un procedimiento mucho más agravado, como lo es el de la reforma constitucional general. Según su criterio, la Asamblea Legislativa no tendría la potestad de aprobar el cambio por la vía de la reforma parcial a la Constitución, tal como lo propone el proyecto legislativo #23.701 en cuestión. Así las cosas, siendo que para Hernández la extradición de nacionales por delitos de narcotráfico debe equipararse al concepto de expulsión de nacionales, que prohíbe la Convención americana de derechos humanos, entonces para él dicha aprobación debe hacerse por reforma constitucional general. Antes de rebatir este aspecto con mayor detenimiento, debo señalar que, si en efecto ese tipo de extradición fuera equiparable al concepto de expulsión contenida en la Convención americana, sería imposible del todo la reforma, pues ninguna clausula constitucional, sea cual sea su procedimiento de aprobación, puede contradecir la Convención de derechos humanos. Ni siquiera por procedimiento general sería viable, con lo cual la solución alternativa propuesta por Hernández sería improcedente.

Esta naturaleza de argumento del colega Hernández ha sido descartada por la jurisprudencia constitucional costarricense, mediante voto de consulta preceptiva de constitucionalidad de las 14:56 horas del 01 de noviembre del 2000, en donde nuestra Corte constitucional determinó que, a la luz de la técnica de hermenéutica histórica, no se debe equiparar la expulsión de nacionales con la entrega o extradición de delincuentes por delitos graves a otra jurisdicción fuera de nuestras fronteras. En este aspecto, la Sala fue clara en asegurar que el contexto al que se refiere la prohibición de expulsar nacionales del territorio como derecho humano, se refiere a las arbitrariedades cometidas por los Estados cuando expulsan a sus ciudadanos por razones espurias, como sucedió a través de la historia con los destierros por motivos políticos, o las limpiezas étnicas o culturales, como sucedió con la expulsión de los jesuitas durante el siglo XVIII, o de los judíos durante el nazismo, entre otros. De hecho, fue gracias a este fallo constitucional, que nuestro país permite la eventual entrega de nacionales a la Corte Penal internacional, de acuerdo a lo establecido por el Estatuto de Roma, del cual somos parte desde el año 2001.       

Aún más, las experiencias cercanas más conocidas autorizadas por tribunales constitucionales en materia de extradición de nacionales, son las de Colombia y México, dos países latinoamericanos cuyas cortes constitucionales no prohibieron la extradición de sus propios narcotraficantes. En el caso de Colombia, la extradición de narcos colombianos fue aprobada definitivamente en el año 1997, mediante modificación parcial al artículo 35 de su Constitución de 1991. En el caso de México, tal procedimiento de extradición empezó a aplicarse en 1995 por disposición ejecutiva, y el 18 de enero del 2001 la Suprema Corte de Justicia mexicana, resolvió que la extradición de mexicanos a Estados Unidos no reñía con el ordenamiento jurídico de esa república. Vale aclarar que, en México, la Suprema Corte actúa además en su condición de tribunal constitucional.

Siendo que, tanto México, Colombia y Costa Rica son signatarios de la Convención americana de derechos humanos, es claro que si sus cortes constitucionales, tanto la Suprema Corte mexicana, la Corte constitucional colombiana, o nuestra Sala, hubiesen equiparado el concepto de extradición o entrega, como si fuese equivalente al de expulsión de nacionales, las tres cortes constitucionales se habrían visto obligadas a declarar inconstitucional la extradición o entrega de sus nacionales a otras jurisdicciones, por ser violatoria de los derechos humanos consignados en la ya citada Convención de derechos humanos. Sin embargo, no lo hicieron, por lo que resulta claro entonces, que esos sistemas constitucionales hacen una interpretación diferente del instituto de la extradición, y no equiparan el concepto de expulsión arbitraria de sus ciudadanos del territorio, con una circunstancia muy diferente, como es la entrega o extradición por delitos graves. Para los tribunales constitucionales son dos situaciones jurídicas distintas, y es esa precisamente la razón por la que nuestra jurisdicción constitucional autorizó a Costa Rica a suscribir el Estatuto de Roma, a pesar de que dicho tratado establece la eventual posibilidad de que costarricenses sean sometidos a una jurisdicción que se ejerce fuera del país. fzamora@abogados.or.cr   

miércoles, 22 de mayo de 2024

BASES DE LA CORRIENTE NATALISTA

 Dr. Fernando Zamora Castellanos. Abogado constitucionalista

En Occidente bulle con fuerza un debate entre dos tendencias en ruta de colisión que podrían definirse como el natalismo frente al antinatalismo. Para entender dicha confrontación, es indispensable repasar el fundamento que sostiene ambas corrientes.

Los albores ideológicos del antinatalismo se originan en el siglo XIX en Inglaterra con la sociedad de Eugenesia, hoy llamada Instituto Galton, fundada por Francis Galton, un miembro de una prestigiosa familia de banqueros. En la misma línea ideológica se afincaron las tesis de Thomas Malthus, un economista británico que sostenía la teoría, hoy totalmente descartada, de que debía detenerse el crecimiento poblacional pues el bienestar económico y el crecimiento poblacional tenían una relación proporcionalmente inversa. En otras palabras, entre mayor población, menor economía. Una tesis ya desacreditada no solo por la realidad, sino por muchas investigaciones estadísticas pero que estableció en aquel tiempo el prejuicio de ver como un fracaso existencial y de políticas públicas el crecimiento poblacional.  

 

Esta corriente antinatalista adquiere mayor fuerza en los países occidentales a raíz de la propuesta presentada en el “Informe Kissinger”, entregado al Secretario de Estado Henry Kissinger en 1969 y desclasificado de su condición secreta el 31 de diciembre de 1980. El documento abiertamente recomienda a los países occidentales la adopción de políticas anti natalidad, pues considera el crecimiento mundial de la población como un riesgo para la seguridad estadounidense y sus intereses de ultramar. Entre otras políticas de Estado, el informe Kissinger recomienda que la colaboración del programa de la Agencia internacional para el desarrollo (AID), así como el de otras organizaciones, debe concentrarse en las naciones en donde, según su criterio, la reducción de la fertilidad es más necesaria. El informe abiertamente recomienda la necesidad de desarrollar innovaciones para la reducción de la población. Una de las razones que en 1969 establece el informe, es el inminente riesgo de hambrunas masivas ante la posibilidad de una insuficiencia productiva de alimentos frente al crecimiento de la población, un nuevo maltusianismo que no solo ha resultado totalmente descartado por la realidad histórica, sino por recientes estudios como el de los investigadores Gale Pooley y M. Tupy, que en su profuso estudio del año 2022 sobre la correlación entre población y recursos alimentarios, tuvieron por demostrado que, gracias a los avances tecnológicos, a medida que crece la población, crecen también los recursos disponibles.    

 

Dentro de las recomendaciones del Informe Kissinger de 1969, según su capítulo titulado “Requerimientos para lidiar con el crecimiento rápido poblacional” fue la de evitar que, en el siglo XXI, la humanidad sobrepase los 8 mil millones de habitantes, al punto que en ese mismo capítulo propone como objetivo de política pública, una tasa de reposición poblacional deficitaria, del 1,1% por pareja, de forma que la población mundial se reduzca gradualmente. En el caso de Costa Rica, esta política pública se ha seguido al pie de la letra, y actualmente tenemos esa misma tasa de reposición deficitaria, lo que representa un verdadero desafío para nuestra economía y nuestra futura seguridad social. En síntesis, una visión de la cuestión humana de carácter economicista materialista                               

 

En contravía a esta tesis, la principal columna que sostiene la corriente natalista, es la aún prevaleciente cosmovisión judeocristiana occidental, cuyo fundamento básico es una concepción de naturaleza espiritual: el principio de la dignidad humana, piedra angular en la que se edificó la totalidad de derechos humanos básicos. Tanto así que el derecho humano a nacer y a tener vida, prescrito en la declaración universal de derechos humanos, no habría surgido sin la previa existencia del precepto de la dignidad. Para entender su importancia, debe aclararse que, en el mundo antiguo, el valor de los seres humanos dependía exclusivamente de sus capacidades, o sea, de las posibilidades de poseer poder político-militar o poder socioeconómico. Cuando no se tenía esa capacidad, entonces los habitantes sometidos a la autoridad no eran concebidos como sujetos, sino como objetos. Esa es la razón por la cual, en las civilizaciones antiguas, los débiles, los discapacitados, los enfermos o los inaptos para el trabajo, eran marginados de la sociedad, por cuanto su valor ante ella dependía exclusivamente de su capacidad laboral o productiva. La noción hoy por todos aceptada, de que el ser humano tiene dignidad intrínseca por el solo hecho de ser persona, en aquel entonces ni siquiera era concebida.

 

Dicho concepto de dignidad humana, surgió gracias a un antiguo precepto hebreo que afirmaba un aforismo novedoso: “el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.  Ello significó que el ser humano, es la única creación que comparte con su Creador siete características: su naturaleza personal, su capacidad de autoconsciencia, su aptitud intelectual, su vocación creativa, su condición moral, su cualidad emocional, así como voluntad autónoma y libre albedrío. Después de la caída de Roma, el judeocristianismo consolidó ese antiguo principio hebreo en el resto de Occidente. Es gracias a tal concepto de dignidad que el hombre es sujeto y no objeto. Es por esa noción espiritual que el hombre es sujeto de derechos básicos, como lo son el derecho inalienable a vivir, base esencial del natalismo, e igualmente otros derechos subsecuentes como lo son el derecho a ser tratados con igualdad ante la ley, a expresarnos, a no ser sometidos a servidumbre, ni ser tratados con discriminación. Todos ellos derechos de elemental justicia que ostentamos por nuestra sola condición humana. Y es el concepto espiritual de la dignidad humana, y no otro, la piedra angular con la que Occidente construyó toda esa cultura que llamamos constitucionalismo, la cual nos otorga las garantías frente al poder que evitan que los ciudadanos vivamos en tiranía.

 

Hoy esa raíz cultural occidental, que por las razones anotadas ha concebido el natalismo como un ideal en sí mismo, tiene el reto de responder al desafío de la actual postura antinatalista que la contradice.  fzamora@abogados.or.cr