miércoles, 31 de mayo de 2023

LA REALIZACIÓN PERSONAL

 Dr. Fernando Zamora Castellanos.

Abogado constitucionalista

 

Se dice que cuando Pirro, -quien fue rey de Epiro durante el siglo III antes de Cristo-, logró imponerse sobre los romanos en la guerra de Heraclea, la cantidad de bajas y pérdidas que tuvo fue tan grande, que se lamentó de aquella victoria. Desde entonces se les dice victorias pírricas a aquellas ganancias en las que existe una clara desproporción entre lo que se sacrifica a cambio de obtenerlas.   Pues bien, así como sucede con las conquistas militares, los logros que nos brindan realización personal también deben tener un equilibrio. De lo contrario, son victorias pírricas. Es relevante atender esa observación porque la realización individual es elemento fundamental de la cultura de una sociedad, algo aún más vital si consideramos que, tal como he sostenido con insistencia, lo que determina la prosperidad de las naciones es su cultura. El equilibrio en la realización individual puede resumirse en el gráfico que ilustra este artículo, el cual tiene como meta final la realización personal del ser humano, a la cual se llega a través de un camino caracterizado por elementos esenciales que es indispensable describir aquí.

 

Lo primero a señalar es que el camino de la realización personal se bifurca en dos tipos de metas personales básicas: un conjunto de ellas de naturaleza material, y el otro conjunto de carácter inmaterial.  En el conjunto de metas de tipo material, tenemos en primer término los logros económicos básicos, como lo son por ejemplo las cinco necesidades esenciales de alimentación, vivienda, empleo, recursos para recuperar la salud en caso de enfermedad, y recursos para el descanso. Dentro del conjunto de conquistas personales materiales tenemos también aquellos logros personales que provocan autorrealización y generan autoestima, como lo son los relacionados con el éxito en nuestros oficios en general, y los de orden profesional, intelectual, empresarial, académico, artístico o deportivo. Finalmente, otro capítulo básico de las metas materiales, que deben formar parte de la cultura de la realización personal, es el de la salud preventiva por medio del ejercicio físico. En el tanto nuestro cuerpo lo permita, es indispensable ejercitarlo y es una parte fundamental de la cultura de la realización, pues un cuerpo no sometido a una adecuada dinámica de movimiento, eleva el riesgo de padecer aquellas enfermedades asociadas al sedentarismo. 

 

Por otra parte, tenemos el conjunto de metas de naturaleza inmaterial y que se pueden subdividir en aquellas determinadas por el cultivo de nuestras relaciones interpersonales. Aquí están en primer término, las relaciones afectivas primarias que tienen como finalidad el desarrollo de la familia. A partir de esas relaciones afectivas, que son las primordiales, parten otro tipo de objetivos vinculados a las relaciones interpersonales como lo son las formadas en nuestros distintos entornos sociales, llámense laborales, comunales, profesionales, educativos, o las relaciones humanas que también forjamos en otro tipo de actividades como las de carácter recreativo.

 

En este punto amerita señalar que una de las grandes crisis de esta era posmoderna, es la ingravidez con la que ahora se instituyen las relaciones interpersonales. Algo que, como ya lo ha denunciado el Papa Francisco en lo que denominó la incultura del descarte, es particularmente grave en el caso de las relaciones familiares: matrimonios que no se asumen con compromiso moral, paternidades que no se ejercen con un mínimo sentido de responsabilidad, o la incultura del descarte aplicada hoy tan usualmente a los casos de los familiares ancianos o desvalidos. Si esta crisis está ocurriendo en el plano más relevante, como es el del núcleo familiar, resulta alarmante reconocer la decadencia general que sufrimos en el plano de las relaciones generales entre las personas, y es la razón por la que conceptos como lealtad, honor, dignidad, integridad, respeto, decoro o continencia, son hoy valores en vías de extinción.

 

Por otra parte, tenemos un segundo bloque de metas de realización personal que son de naturaleza inmaterial. Me refiero a aquel conjunto de objetivos individuales que tienen como finalidad cultivar nuestras virtudes, destrezas y conocimientos. En este aspecto, una aguda observación del psicólogo español Rubén Turienzo, es la de que el amor fraternal es la piedra angular sobre la que se edifica el resto de las otras cualidades, pues sin él, éstas se desnaturalizan y se reducen a mero legalismo. En otras palabras, esas virtudes, principios y valores, solo obtienen verdadero sentido a partir del hecho de que su raíz esté contenida en el amor.

 

Finalmente anoto lo más esencial que se debe señalar, y es el hecho de que la base fundamental sobre la cual se construye con eficacia todo el edificio de la realización personal, es el de una sana espiritualidad con compromiso moral. Ello porque toda espiritualidad que carece de compromiso moral no es otra cosa que mera superstición. Donde tal carencia existe, la idea de lo sobrenatural se reduce a credulidad sin aspiración virtuosa, pues el supersticioso se limita a creer en aquello que posee carácter mágico, como si tal tipo de sobrenaturalidad tuviese valor por sí misma. En sentido inverso, una espiritualidad genuina subordina lo sobrenatural a la virtud moral. En otras palabras, la idea de Dios, y las convicciones sobre su participación sobrenatural en la historia, siempre estará condicionada en aquel bien superior que es enfocado en el ejercicio de las virtudes y en el resguardo de principios de vida. Esa es la forma genuina de ejercer la espiritualidad, y así entendida, se convierte en la piedra angular sobre la cual puede construirse toda realización propia. Si cualquiera de todos esos elementos aquí descritos falta en nuestra bitácora de realización personal, será imposible alcanzarla. De lo contrario la conquista de nuestras metas arrojará un desbalance vital, y una contabilidad deficitaria que tendrá logros profesionales sobre la base de atropellar nuestras relaciones afectivas, logros materiales a costa de nuestra salud, o el alcance de metas sociales sobre la base de pisotear nuestros principios espirituales y morales más preciados. En fin, realizaciones pírricas.

 fzamora@abogados.or.cr  

lunes, 8 de mayo de 2023

RUPTURA CON CINDE

 Dr. Fernando Zamora Castellanos.

Abogado constitucionalista

 La Coalición costarricense de iniciativas de desarrollo (CINDE) nace en el marco histórico del cambio político acaecido con ocasión de la crisis monetaria y productiva de los años de la década de mil novecientos ochenta en Costa Rica. Para entender a CINDE, es indispensable entender la coyuntura histórica en la que ella nació. En 1982, el año de la fundación de CINDE, tres estadistas, Luis Alberto Monge, Alberto Fait y Carlos Manuel Castillo llegaron al poder. El primero como presidente de la república, el segundo como vicepresidente, y el último, rector del equipo económico. Al llegar al poder se encontraron con una situación gravísima, más grave que la crisis que hoy vivimos. El que desee leer las estadísticas terribles de aquel momento histórico, puede leerlas en el reporte económico del Banco Interamericano de Desarrollo del año 1983.

¿Qué hicieron estos líderes? Tres estrategias: En política pública implementaron una ofensiva de atracción de inversiones extranjeras, incentivo a las exportaciones y disminución de impuestos. En el marco de esta primera estrategia es que fue fundada CINDE ¿Cuál rumbo emprendieron? ampliaron el régimen de zonas francas, implementaron el certificado de abono tributario, el Banco Central capitalizó a los bancos estatales para ofrecer bajo interés, lo que incentivó la actividad productiva sobre todo agro exportadora, creando la agricultura de riego con SENARA para fortalecer la producción agrícola con reconversión productiva y ofrecer otros productos de exportación distintos al del café y el banano, como lo eran por ejemplo las naranjas a gran escala, la piña, el cardamomo o las flores. Por ejemplo, en cítricos, llegamos a ser el 5to país del mundo en producción por aquellos primeros años. En el mismo acto emitieron una directriz para dar crédito blando, pero para levantar la producción orientada prioritariamente en productos de la canasta básica. Esto por cuanto una promesa de su campaña había sido levantar al agro con un lema titulado “volvamos a la tierra”. Ampliaron las exportaciones negociando la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, que permitía el ingreso de nuestras exportaciones al primer mundo con aranceles preferenciales y firmaron tratados bilaterales y multilaterales de comercio en donde no solo se promocionaban mejores condiciones para las exportaciones a los Estados Unidos, sino la inversión extranjera directa de dicho país. En lugar de perseguirlas y gravarlas, -como lo hace hoy la clase política-, promovieron los servicios mediante incentivos tributarios a la industria de alta tecnología y turismo. Incluso crearon un Ministerio de exportaciones que hoy se llama de Comercio Exterior o COMEX. Igualmente fue en el marco de esa estrategia que se fortalecieron entidades laterales como Procomer. Corolario de estas decisiones, y convencidos del crecimiento que así tendrían, establecieron una estrategia de distribución de la riqueza, pero no con la política de regalar las cosas, sino a partir del fortalecimiento de la productividad de las organizaciones populares, para lo cual firmaron la ley de asociaciones solidaristas, para abrir a los trabajadores el acceso a capital de las empresas, fortalecieron las asociaciones mutualistas que hoy, por cierto, son fuertes en el desarrollo de la economía social solidaria, como lo es la Caja de Ande, Jupema, o la sociedad de seguros del magisterio, y firmaron la ley de asociaciones cooperativas al extremo de nombrar un ministro para asuntos cooperativos.

Pues bien, sin ser propiamente entidad estatal, desde aquel momento y dentro de aquella coyuntura histórica CINDE se convirtió en una poderosa herramienta dentro de los objetivos de aquella política de atracción de empresas e inversiones, y durante los últimos treinta años una socia estratégica por cuyos frutos es conocida. No cabe duda que el balance “costo-beneficio” de su labor es favorable para el país. Tal y como este diario lo ha reportado, entre los galardones de CINDE, está el logro de atraer más de 400 empresas y generar, con ello, entre empleos directos e indirectos, más de doscientos cincuenta mil puestos de trabajo. Solo para ilustrar con un ejemplo, la acción de dicha organización fue de vital importancia en la llegada de INTEL a nuestro país. Los buenos resultados de la entidad, tanto los que se han generado a través de estos treinta años, como los alcanzados recientemente, descartan todo argumento que justifique tal ruptura en una acción ineficiente de la Coalición, pues tirios y troyanos han reconocido sus méritos, que se han traducido en múltiples premios internacionales y reconocimientos. Por segundo año consecutivo fue galardonada como la mejor agencia de promoción de inversiones de Latinoamérica y el Caribe, en la escala elaborada por Site Selection, una revista especializada, y mundialmente reconocida por asistir como herramienta informativa en la expansión internacional de las grandes empresas del mundo. Además, no por casualidad el Centro internacional de comercio de la organización de las Naciones unidas (ONU), reconoció el año pasado a CINDE como la mejor promotora de inversiones del mundo. Aunque la justificación que el gobierno ofreció para romper el convenio con la entidad es la carencia de recursos fiscales para mantener la subvención que el Estado otorga a dicha entidad, la realidad es que tal justificación violenta un principio gerencial básico de costo beneficio, que se resume en el hecho de que nunca se rompe una alianza que otorga más beneficios que los costos que acarrea. En todo caso, resulta suicida negar la vital importancia de la inversión extranjera en el desarrollo, que es a lo que fundamentalmente se dedica CINDE. Tan solo el año pasado, tal inversión le generó al país más de veinte mil empleos y cuarenta nuevos arribos de empresas. Así las cosas, no es de extrañar que el sector empresarial y político serio del país se sienta “en shock” ante esta decisión. Una decisión que de momento no tiene lógica sensata. Y siendo CINDE una organización no política, doy por hecho que no se le ha registrado en el facturero de las vendettas políticas que parece estar cobrando este gobierno.  fzamora@abogados.or.cr