jueves, 12 de agosto de 2021

ESTRATEGIAS PARA MITIGAR LA CRISIS FISCAL

 Dr. Fernando Zamora Castellanos

Por la única vía de las medidas fiscalistas no salimos del atolladero en que nos encontramos. Para lograrlo, debe aplicarse una combinación simultánea de cuatro estrategias que, antes de referirme a ellas, las enuncio brevemente: a) iniciar un proceso serio de desregulación para bajar el altísimo “costo de legalidad” que, tanto los ciudadanos como las empresas pagan para operar; b) simplificar al máximo posible nuestro sistema tributario; c) detener el derroche en el gasto revisando la tendencia creciente y generalizada de aumento en el costo de los contratos públicos. Sobre esto último, adelante abordaré el punto con ejemplos concretos. Y finalmente, d) la más importante de las estrategias: entender que no hay mejor revulsivo para reducir el déficit fiscal, que hacer crecer la economía.  

 

En relación a lo primeramente citado, sobre la regulación excesiva que afrontamos, vale aclarar que el denominado “costo de legalidad”, no es otra cosa sino la cantidad de horas y recursos que gastan los ciudadanos y las empresas para estar “a derecho”, o sea, al día con el Estado. Según lo expuesto por investigadores como Hernando De Soto, hay una proporción inversa entre ese costo y la capacidad productiva de las sociedades abiertas. En otras palabras, entre más alto el costo de legalidad, menor es la capacidad productiva de la sociedad.  Es indispensable entonces implementar un inventario de desregulación, y por la ingente naturaleza de la tarea, el Ministerio de Planificación es la entidad apropiada para llevarla a cabo. Aquí citaré solo dos ejemplos que reflejan la inflación regulatoria en la que estamos; algunas medidas que deben implementarse de inmediato consisten en eliminar absurdos como la obligatoriedad en la que están miles de empresas nacionales, de volver a registrar cada año su capital accionario. Lo sensato es que este registro se actualice únicamente en caso de que exista variación. ¿Qué sentido tiene realizar la engorrosa gestión de reportar todos los años la misma información original que ya el Ministerio de Hacienda posee? Otra ilustración de lo que debe corregirse, es la disposición de exigir doble seguridad social a aquellos pensionados rentistas, incluso en circunstancias en las que demuestran que ya cuentan con seguridad internacional, la mayoría de éstos con servicios más sofisticados de los que ofrece la nuestra. El doble pago encarece enormemente su estadía en el país, y ha provocado que este tipo de rentistas, que antes generaban importantes ingresos al país, gradualmente hayan dejado de radicarse aquí, para irse a otros destinos, como el sur de Panamá.

 

En relación al segundo aspecto, el de simplificar nuestro sistema tributario, esto significa, entre otras medidas, la de facilitar el cobro de los impuestos, fusionar algunos de los impuestos actualmente existentes, y si es posible también, valorar la baja en los porcentajes de cobro de algunos de ellos, como señal generadora de confianza al sector productivo. E incluso, estudiar la posibilidad de aplicar estrategias que han resultado exitosas en otras naciones, como lo es, por ejemplo, un modelo similar al “flat tax”, que resultó muy exitoso para la recaudación tributaria de los países de Europa del Este, en donde se ha implementado.

 

La tercera estrategia consiste en detener el derroche provocado por la tendencia creciente y generalizada de aumento en el costo de los contratos públicos. Mediante oficio fechado 16 de octubre del 2020, remití a los diputados de oposición una solicitud formal para que se constituyera una comisión para investigar, entre otros, cuatro contratos firmados por la administración pública a un precio totalmente desproporcionado. Entonces solicité que se investigara, 1) el sospechoso aumento en $10,5 millones de dólares en el contrato UNOPS vía Lindora, para un excesivo precio total de casi $20 millones en tan solo dos kilómetros de carretera. Tal investigación la solicité a raíz de las denuncias periodísticas hechas el año pasado por el periódico La Nación; 2) el leonino costo del sistema de cómputo del Ministerio de Hacienda por la exagerada suma de $156.000.000 de dólares. Este contrato ha sido cuestionado por expertos en el tema, entre otros, el fundador y CEO de la empresa Bearsoft Inc, Jimmy Figueroa, experto en big data, ingeniero en sistemas con una amplia carrera en el manejo de productos Microsoft, Oracle, Java e IBM, entre otros. Incluso, por irregularidades de orden legal, personalmente denuncié este contrato mediante un proceso que fue acogido y se encuentra en espera de sentencia; 3) igualmente solicité que se investigara el altísimo gasto y costo, hecho en medio de esta pandemia, de $54.000.000 de dólares para cámaras de vigilancia en carreteras, en momentos en que no puede ser prioridad un contrato de tan altísimo costo. Es necesario revisar el precio y la conveniencia del mismo; 4) la denuncia de la prensa respecto al hecho de que la planta Reventazón del ICE, con un sobreprecio de seiscientos millones de dólares y un costo final de 1500 millones de dólares, produce apenas la mitad de lo prometido. En fin, se las trae el tema del derroche del erario por la vía de los contratos abusivos.    

 

Finalmente, la cuarta y última estrategia. Allí donde la economía se expande, el déficit fiscal puede reducirse como consecuencia de su carácter relativo. Ilustro el punto con un ejemplo básico: no es lo mismo una deuda pública de 40 billones de dólares en una economía anual de 67 mil millones de dólares, que lo que esa misma deuda podría significar si logramos hacer crecer dicha economía mediante la oferta de nuevos servicios de gran escala al mundo.  Por eso, hoy los proyectos de servicios sofisticados de gran calado son más indispensables que nunca, como los que he venido exponiendo en los últimos meses, tal cual lo hice en un reciente artículo publicado en este diario bajo el título “Cuatro proyectos para desarrollar sin dinero del Estado” (27/abril/2021).  fzamora@abogados.or.cr

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